Flores de calabacín fritas de mi tía Silvana

Hay rituales que repiten en todas las familias, siempre son muy privados, a veces muy poco comprensibles, pero tan íntimos que cuando los vives te hacen sentir querida y te hace sentir cuanto quieres tú a los demás. Son silenciosamente vividos a lo máximo y muchas veces sin decir nada entre una carcajada y la otra (si es un momento de alegría como en este caso) te sientes llena y feliz. Con tan poco que a veces es lo más que una persona pueda desear.

En mi casa de rituales hay más de uno, pero el verano es imposible, lo repito, imposible, no comer por lo menos una vez testas flores fritas, son especiales, únicas y la persona que se encarga de prepararlas siempre es mi tía Silvana, que para los fritos tiene una mano mágica!

Curiosidad sobre esta flor:
Es bueno saber que estas flores nacen de las plantas de la calabaza y también de la planta de los calabacines. Además, es importante saber que pueden ser hembras o machos. Los primeros son más grandes y finos, mientras que las hembras son más pequeñas y crecen en la punta del cabacín. Las mejores en cocina son sin duda los machos.

Ingredientes:

10 flores de calabacín

4 - 5 cuharas de harina

1/2 vaso de agua con gas fría

1/2 sobre de levadura seca

1 pizca de Sal

Aceite para freír

Azúcar

1. Si las flores no están limpias, lávalas en agua con mucho cariño, son delicadas y podrían perder su vigor.
Quita el pistilo, es amargo!

2. En un bol empieza a batir el huevo entero, añade poco a poco unas 4-5 cucharas de harina, medio vaso de agua con gas fría y el último el medio sobre de levadura.Tiene que quedarse una masa cremosa, no demasiado liquida ni demasiado espesa.

3. Pon a calentar el aceite y comprueba que esté bien caliente antes de empezar a freír.
La prueba de la cuchara de madera es un buen truco: si hace burbujas al contacto con el aceite significa que está caliente. 

4. Pasa cada flor en la masa y ponlas a freír, tardan muy poco y hay que darle la vuelta en cuanto estén doradas en cada lado. Una vez hechas ponlas en un plato con papel de cocina para que absorba el aceite en exceso.

5. Ahora la duda: yo prefiero echarles azúcar, muchos las prefieren con un toque salado, así que ya decidirás tú qué versión te gusta más! 

¡Qué aproveche!