Hoy me he quedado en casa, por la mañana, para que los técnicos de la antena de la tele pudiesen arreglar el desmadre que un vecino había creado...bueno, de hecho soy más bien rehén de éstos, que dijeron que vendrían a las 9 y media y todavía no han entrado. Me da un coraje que no veas.

Después de una mañana muy productiva, me ha entrado un hambre de golpe y además tenía ganas de comer un huevo, o dos, con verdura.
Cocinar sólo para mi misma me cuesta a veces, pero hoy me he esforzado y he preparado esta cocotte, rica rica, con huevo, requesón (o ricotta) y espinacas.
Las espinacas es un tipo de hortaliza que no me vuelve loca, sola no la puedo comer, pero si bien acompañada me gusta..y creo que mucha gente tiene mi mismo problema, por eso intento siempre comerla con algo más, como hice, por ejemplo, con las hamburguesas.
Bueno, esta receta es rápida, fácil y económica, así que...adelante!
Ingredientes para 2 personas:
400 gr de espinacas congeladas
4 huevos
4 cucharas de requesón (o ricotta)
2 cucharas de queso curado rallado
1 pizca de nuez moscada
Sal & Pimienta
Aceite evo
1. Descongela las espinacas, haciendo hervir durante 5 minutos en agua caliente.
2. Escúrrelas bien, para quitar toda el agua.
3. Separa la yema de la clara y bate ligeramente las claras, que tienen que quedarse blandas, no completamente montadas.
4. Mezcla en un bol las espinacas, el requesón, el queso rallado, la sal y la pizca de nuez moscada con las claras batidas, con cuidado.
5. Echa un chorrito de aceite evo en un trozo de papel de cocina y pasa cada molde, luego empieza a poner las espinacas, dejando un huequecito en el centro, donde pondrás la yema.
6. Pon los moldes en el horno a una temperatura de 200º durante 15´.
Ya está,